Tantos meses y tan especiales. Jamás me imaginé que algo así podía pasar. Un virus generado de la propia y mismísima naturaleza atacaría al ser humano hasta incluso producirle la muerte.
He enfrentado la situación, dentro de todo con optimismo y tranquilidad. Me ayudó mucho el hecho de que venía saliendo de un verano ¡extraordinario! Sin prisa ni presiones y tirando por la borda esos escasos 15 días hábiles de vacaciones que había tenido desde siempre. Me fui de vacaciones las veces que quise y a donde me llevó el viento.
Llegó la alerta máxima de cuidarnos y no estaba trabajando en forma dependiente, por lo tanto, las medidas de cuidado las ponía yo, sin tener la presión de un externo, llámese “jefe” diciendo…” Vary debes venir a la oficina, el teletrabajo en esta empresa no existe, debes dar el ejemplo”. (Frases sacadas de la más pura realidad y que nunca me hicieron sentido). En fin, en ese momento, puras fantasías de mi mente aún pegada en una situación que tuve por años.
A esta altura y dado todo lo que ha pasado, voy descubriendo sigilosamente a una especie de superhéroe que habita mi cuerpo y mi mente, diciéndome cosas como:
“No pasa nada”
“Tú puedes, nada es tan terrible”
“Mira el lado bueno de las cosas, en todo hay oportunidades, no seas catastrófica”
“Todo estará bien, tienes todo para hacer lo que tú quieras”, en fin, pensamientos llevados a frases que hoy al escribir esto, aparecen y se hacen visibles.
Mi superhéroe efectivamente viene de muy dentro y tiene que ver con mi ser, de cómo me enseñaron y de cómo aprendí, de mi historia y de lo que vi desde niña, lo que me ayuda mucho para reponerme a las dificultades y momentos difíciles, interceptando mágicamente con sus súper poderes internos los pensamientos y emociones que me podrían llevar a la total oscuridad, cuando lo que necesito en momentos complicados es la lucidez de saber elegir desde emociones que te abren posibilidades, ya que eso definirá las acciones que decida llevar a cabo.
¿Te suena conocido lo que te cuento?
¿Quizás reconoces en ti algún superhéroe interno, que pretende salvarte del sufrimiento y te lleva por senderos color de rosa para evitar a toda costa que te conectes con las emociones menos luminosas?
Después de haber vivido muchos años conmigo misma, puedo decir que me conozco muy bien, lo aclaro porque aún hay personas que no se conocen tanto a sí mismas. Es exactamente aquí donde me quiero detener y hacer una confesión personal que te puede servir:
Es imposible sostener a ese superhéroe todo el tiempo. Y es hora que lo sepas.
¿Cómo domar a ese personaje interno? Aquí te dejo las claves que yo misma he ido descubriendo y que además he puesto en práctica, estoy segura que te podrían ayudar:
CLAVES PARA DOMAR AL SUPERHÉROE INTERNO
- No podemos estar siempre bien, conectados con el optimismo y positivismo extremo. El ser humano necesita conectar con la tristeza, la frustración, la rabia, la decepción, la resignación, en fin, todas las emociones nos dicen algo. No tengas miedo a experimentarlas, ahí están los aprendizajes más significativos.
- No podemos estar siempre “haciendo” cosas. Algo que me pasa mucho, porque soy enfocada al objetivo full y te lo digo yo, debemos detenernos, mirar, descansar, irnos y volver a empezar. Cuantas veces sea necesario. Si no paras, tu cuerpo te pasará la cuenta y lo hará por ti.
- No podemos siempre estar queriendo estar con otros, necesitas tus espacios personales, si no los pides, pero sientes que los necesitas, ya es hora que vayas hablando. Y eso incluye a tu pareja, hijos, padres, hermanos, amigos… ¡a todos! Y ojo, no te sientas culpable por necesitar espacio propio en tu vida. Es de lo más normal del mundo.
- No podemos NO pedir ayuda. Pedir ayuda cuando ya no das más e incluso antes, da la oportunidad de que otros aparezcan y ufff en eso te puedes encontrar con grandes sorpresas. Mostrar tu vulnerabilidad no tiene nada de malo.
- No podemos estar para otros, cuando apenas estamos para nosotros mismos. Aquí los limites personales son muy importantes y por eso apelo a tu autoconocimiento. Si te sientes como trapito en el suelo, que la energía te falta y no puedes bancarte a nadie más que a ti mismo. Espera a recuperarte y luego ofreces ayudar o te muestras disponible para otros.
- No puedes evitar que otros se preocupen por ti. No te niegues a que las personas que más te conocen y que más te quieren, se preocupen por ti. ¡Obvio! Si tus más cercanos están acostumbrados a verte de lo más que hay, cuando no lo estés y te des permiso para que suceda, te digo que se notará al minuto. Acepta ese cariño, acepta esa ayuda, acepta, acepta y acepta.
Como verás los seres humanos somos maravillosos y sabios. Hasta nuestro cuerpo y nuestra biología funcionan en perfecta armonía con todo el universo. Somos nosotros metiéndole mente y apelando a nuestros súper poderes que desde mi punto de vista está muy bien tenerlos, pero debemos comprender que usarlos en exceso te podría traer consecuencias no deseadas para tu bienestar personal, entonces siempre busca un equilibrio adecuado, tú equilibrio, ese que permita que emerja la persona que necesitas ser según el momento de vida, según lo que necesites, lo que busques y lo que sueñes.
¿Preparado para domar a tu “Superhéroe Interno”? …manos a la obra.
