Inspirada por la conversación de varias amigas en las últimas semanas, conversando y divagando de la vida, de la familia, de los cariños y por supuesto del trabajo, hay una pregunta en común que apareció en todas las conversaciones.
¿Cómo empiezo algo si me despiden? A mi eso me pasó hace ya casi un año y fue solo unos meses antes de esa situación cuando recién me conecté con la importancia de ir construyendo mi MARCA PERSONAL. A pesar de estar años trabajando con las marcas y para las marcas, nunca me había conectado con mi propia marca personal. Además, me pasó que es mucho más fácil hablar de los talentos y fortalezas de otros, que de las tuyas. ¿te suena conocido?
Pero ¿qué es la Marca Personal?
Un término usado a cada rato y por muchas personas, y en simple, me gusta esta definición que dice que es “mirarte tú mismo como una marca, igual que las marcas comerciales, donde tienes que diferenciarte y enfocarte a un segmento y conectar con esa audiencia”.
Hay otras definiciones más románticas, pero no por eso con menos valor con las que me encontré cuando comencé a hablar de esto y que también te las quiero compartir, por que me hacen mucho sentido:
“Es lo que hablan de ti cuando te vas del lugar”. Jeff Bezos – Amazon
“Es la huella que dejas en el corazón de las personas”.
“Nadie se acordará de lo que dijiste, pero sí de lo que le hiciste sentir”.
¿Ves la importancia?
Estar empleado no quiere decir que no tengas tu marca personal.
La razón por la que escribí esto, es justamente porque las personas piensan que mientras estás trabajando en una empresa, y estás “estable” haciendo algo que además no te desagrada del todo y de donde no piensas irte, no es necesario trabajar tu marca personal. ¡ERROR!
Estar empleado e ir construyendo tu marca personal van por carriles totalmente distintos y no son excluyentes. Así, tal como lo lees. Puedes estar trabajando feliz de la vida y en paralelo, ir trabajando y construyendo tu marca personal de a poco. Generar marca es lento, va de a poco, se construye y no es de un día para el otro. Es un proceso que requiere tiempo, dedicación y por sobre todo constancia y ganas.
Te confieso que llevo meses armando y construyendo mi propuesta de valor y aún no la termino del todo.
Nike no es lo que es de un día para otro. Apple no es lo que es de un día para otro. Y así te podría dar muchos ejemplos.
El llamado es que en este momento donde sabemos que todo cambió, que la incertidumbre es algo casi permanente, somos los responsables de nuestro propio futuro. De ir por lo que nos hace sentido en esta vida. De adquirir nuevos conocimientos, nuevas habilidades y de aprender aquello que todavía no sabemos. En resumidas cuentas, de salir de ese lugar y hacerte “visible”. Hoy nadie te garantiza que la situación laboral en la que estás hoy se perpetúe en el tiempo.
Nadie te garantiza que en un año más estés haciendo exactamente lo mismo. Creo incluso que sería muy raro que estuvieras haciendo lo mismo. Todo cambia a un ritmo muy acelerado.
¿Qué pasaría si mañana te despiden? ¿Alguien a parte de tu actual empresa, tu familia y tus amigos conocen y saben cuál es tu propuesta? ¿Qué haces y cuál es tu experiencia? ¿Qué es lo que aportas al mundo?
Si la respuesta fue NO a estas últimas preguntas, estás en fojas 0 con tu marca personal. Pero no te desesperes, si estás leyendo esto, por lo menos a partir de ahora serás consciente de aquello y ese es mi gran objetivo. Nunca es tarde para partir, y la digitalización está siendo uno de nuestros mejores aliados como parte de tu estrategia para esta construcción.
Internet hace rato abrió las puertas de par en par para aparecer con tu marca personal y las redes sociales se han convertido en el balcón perfecto para pararse.
Pero una cosa es cierto, querido lector. Hay un detalle que depende solo de ti y de nadie más, la decisión la tomas tú: ¿Sales o no sales al balcón?
