7 Claves para comenzar a romper con esos viejos hábitos

Aun cuando muchas veces creamos que no tenemos salida o que la forma en que hacemos y nos vivimos las cosas no pueden cambiar, siempre existe la posibilidad de ponernos en plan de comenzar a diseñar una nueva forma de ser.
foto tropece con la misma piedra

¿Tropezaste de nuevo con la misma piedra?

Recuerdo que mi mamá era fanática de Julio Iglesias y con ella fue que escuché por primera vez la expresión “tropecé de nuevo con la misma piedra”, tal vez cuando yo tenía unos 8 años, no recuerdo bien. Lo que sí recuerdo, más allá de la canción, es que siempre me quedó dando vueltas esa expresión, tanto es así que, hasta el día de hoy, en mi vida adulta, la uso frecuentemente. Seguramente ya se imaginan a qué me refiero.

¡Pues sí!, a que muchas veces nos pasa que cometemos los mismos errores o nos volvemos a encontrar en la misma situación que juramos nunca más repetir. Y allí aparecen un montón de pensamientos culposos, críticas, rabia y un sinnúmero de conversaciones internas en las que nos decimos dios sabe qué.

 A todos nos pasa, tal vez en muchas ocasiones no nos damos cuenta, desde rasparnos un dedo con el rallador cuando cocinamos a dejar para última hora el trabajo que debíamos entregar, o decir a todo sí y después no tener tiempo para nada terminando, en muchos casos, haciendo nada.

Y… ¿qué pasa con que así sea?

No pasa nada a menos que sea algo que te saque de tu paz interior, de tu calma, de tu centro, de tu estado zen, de aquel lugar que sin importar como le llames, altere tu bienestar personal y/o el de tu entorno; en definitiva, que te perturbe o te haga sufrir.

Que te haga sufrir = No feliz. No calma, No paz.

Si una situación reiterativa te saca de ti, podrías preguntarte si es algo que te gustaría mirar

Si tu respuesta a lo anterior es no, todo bien.

Si tu respuesta a lo anterior es sí, sigue leyendo.

Una vez que identificas aquello repetitivo que te provoca algún grado de alteración o sufrimiento; que decides hacer algo con ello porque de verdad te tiene cansado, aun cuando no sepas qué harás exactamente, te comparto estos tips que te pueden servir para comenzar a hacerte cargo de ello:

 

  1. Sé amoroso y paciente contigo.

Ya no necesitas esos pensamientos internos, que a nadie le cuentas, en los que te dices a ti lo mal que haces las cosas o lo torpe que puedas ser. Intenta reemplazarlos con frases amables y pacientes que le dirías a un pequeño que está recién descubriendo el mundo y experimentando…tranquilito, no pasa nada.

 

  1. Habla de lo que te pasa, de aquello de lo que te estás dando cuenta. Comienza con amigos, familia, pareja. No estás solo.

Muchas veces nos aislamos por vergüenza, culpa o miedo de expresar lo que nos pasa, tememos nos puedan ver débiles, llorones, rabiosos, etc. Intenta ser vulnerable y acude a tu círculo de confianza, siempre hay alguien que está dispuesto a escuchar.

 

  1. Evalúa si necesitas pedir ayuda a tu Coach u otro profesional de tu confianza… O tal vez es hora de comenzar si nunca lo has tenido.

Si has llegado hasta aquí, piensa en que tal vez es hora de pedir ayuda para que un profesional te pueda ayudar a incorporar nuevas herramientas a las que puedas recurrir y así puedas gestionar de mejor manera lo que te pasa.

 

  1. Haz pausas, respira, siente.

En medio de cualquier actividad que desarrolles en tu día a día son bienvenidas las pausas. Es un buen aliado en procesos de introspección el detenerse a mirar lo que ha ocurrido, lo que hemos realizado o simplemente a cerrar los ojos y respirar, como una forma de reponer energías para luego continuar.

 

  1. Acepta que tal vez necesitas aprender algo nuevo

Por nuestra naturaleza humana siempre estamos capacitados para aprender algo nuevo. Desde este lugar se abren posibilidades a nuevas experiencias que de otra forma te estarías perdiendo de vivir.

 

  1. Continúa o vuelve a empezar si abandonas en medio del camino, incluso antes de comenzar.

A todos nos ha pasado que sentimos que no podemos seguir, o nos desviamos del camino que habíamos trazado para alcanzar un objetivo. Si eso te ocurre, tómalo livianamente y vuelve a empezar, reconociendo la experiencia que has adquirido hasta esa parte de tu recorrido.

 

  1. Reconoce tus avances, por pequeños que sean.

Siempre viene bien un cariñito por todo lo que eres y te toca hacer en el día, como un impulso a continuar. Te invito a que seas tú quien tome la iniciativa a través de un auto abrazo, una palabra de ánimo ¡bien hecho! ¡así se hace! ¡maravilloso! celebra tus avances.

 

Recuerda, el cómo has sido a lo largo de la vida, no es una sentencia, sino que siempre tienes la opción de intentar algo nuevo, y para evitar tropezar de nuevo con la misma piedra o tropezar menos que antes, intenta hacer las cosas de una forma diferente, no puedes esperar un resultado distinto si haces siempre lo mismo.

A través de la recurrencia y la repetición el aprendizaje se transforma en una experiencia del Ser.

¡Atrévete y dale con todo sino pa´que!

Share on facebook
Share on google
Share on twitter
Share on linkedin
Share on pinterest