La vida es corta, cómete el postre primero

¿Cuántas veces, dejamos lo que más queremos para el final? Esperando el momento adecuado, ese momento perfecto, que podría incluso no llegar nunca.
foto_la vida es corta 1

El título de este artículo, está inspirado en el  nombre de un pequeño café a las orillas de la playa El Abanico en Maitencillo, V Región en Chile. Es del verano 2020 y a penas lo vi, le pedí a mi hija que me sacara esta foto.

¿Qué me hizo hacerlo?

Podría parecer un poco desquiciada, pero sentí un poderoso llamado de gritarlo al mundo, de compartirlo con otros, como que algo se hubiera gatillado en mí. Me dieron ganas de ir uno por uno de las personas que caminaban tranquilamente esa noche por Maitencillo y preguntarles si se estaban comiendo el postre primero, ya que no me bastaba tan solo con preguntárselo y reflexionarlo junto con mi hija.  Por supuesto que no lo hice y esta es la manera que tengo de sacarlo de mí.

Increíblemente ha sido uno de mis post con mayores reacciones de mi cuenta de Instagram e incluso me lo plagiaron. Pero esa es otra historia ya solucionada.

¿Cuántas veces has dejado lo que te gusta, lo que te apasionan o incluso lo que podrías estar necesitando para el final, para después? 

Para un después que ni siquiera sabemos si existirá, porque lo único concreto es el presente, el ahora.

He escuchado un montón de veces frases de gente muy cercana y que además me importan mucho, decir cosas como:

…cuándo eduque a mis hijos ahí comienzo a disfrutar.

…cuando termine de pagar la universidad de los niños, ahí viajamos.

…cuando lleguen las vacaciones, ahí descanso y aprovecho de relajarme

…cuando sea el momento, ahí lo hago.

…cuando me despidan, ahí emprendo

…cuando jubile, ahí tendré tiempo.

¿Cuándo será ese momento? No lo sabemos.

Muchos de nosotros, estamos tan condicionados y tan lejanos a disfrutar del presente y del ahora, y me incluyo, pensando que habrá un momento perfecto en un limbo llamado “después”, un mañana que es incierto, para hacer las cosas con las cuales vibramos y peor aún, con las cosas que soñamos.

¿Cómo es posible? Pensando de esta forma, metafóricamente, nos estamos perdiendo el postre todos los días de nuestra existencia.

Optamos todos los días por otros, lo que no está mal, pero también debemos optar por nosotros mismos. Es nuestra responsabilidad, nadie lo hará por nosotros.

Y te confieso, esa foto me la saqué para grabar en mi mente y en mi corazón esa frase y no olvidar jamás que quiero comerme todos los postres primero. Y quiero compartirla contigo.

No olvidarme que optaré por mí todos los días que me quedan, con pequeñas decisiones, decido que mis sueños no solo serán sueños, sino que lucharé por ellos y para serte sincera, estoy en esta hazaña desde diciembre del 2019.  Escribir este artículo es parte de aquello.  Que cada cosa que ame hacer, la haré cuando quiera.

¡El momento es ahora!

Y mi invitación para ti que estas leyendo esto, es que te comas todos los postres ahora, que disfrutes mientras educas a tus hijos, que descanses no solo en vacaciones, que viajes donde puedas cuando quieras, que tomes un respiro en medio de la tormenta y no solo cuando acabe, que te atrevas a eso que tienes pendiente y que finalmente te elijas y optes por ti cada día del resto de tu vida.  

Si aún después de todo el esfuerzo, te está costando y no puedes. ¡Hablemos! Yo estuve ahí.

Share on facebook
Share on google
Share on twitter
Share on linkedin
Share on pinterest